miércoles, 26 de marzo de 2014

Terror en el Pay Pay


El pasado 19 de marzo, con motivo del día del padre, se celebró en el Café Teatro Pay-Pay (Cádiz) una lectura de relatos de terror de la mano de autores que ya coincidieron antes en la antología del mismo género titulada 13 puñaladas, (ellos son Javier Fornell, Enrique Montiel, Rafael Marín, Daniel Lanza, Fran Chaparro y, la coordinadora, Carmen Moreno) y, como culmen literario, Paloma García, dueña del Pay-Pay.

Los anteriormente citados, algunos con más renombre que otros, son autores que darán mucho que hablar. Si bien ya cada uno intuía su propio recorrido, ha querido el destino que de un libro saliera un grupo magnífico que va más allá de la literatura, llegando así al círculo personal que les une. Con tan buenas vibraciones rondando alrededor de estos cuantos, era de esperar que juntos nos hicieran disfrutar como lo hicieron aquella noche.

Ya fuera a modo de lectura, narración o incluso improvisación, lograron entre los seis (siete con la coordinadora, Carmen Moreno, que también tiene lo suyo) transportarnos a un ambiente terroríficamente desternillante, mezclando la tensión con esas pinceladas de humor -aunque alguno se acercó más al monólogo que a otra cosa-.

Rafa Marín
Es cierto que las tablas se notan. Rafael Marín, con un ya largo recorrido a la espalda, estuvo espléndido en la narración de su relato, transportándonos a todos a las entrañas más escalofriantes de Cádiz, con un pie en 2014 y otro en 1947, cuando el cielo se puso rojo (aunque, por supuesto, no faltaron los toques de humor, como no podía ser de otra forma siendo de Cádiz). 

Carmen Moreno presentando a Paloma García
Paloma García es una excelente narradora y aquella noche fue una prueba evidente de ello. Las luces se atenuaron y, en ese preciso momento, todos los presentes caminamos junto a ella por aquel silencioso y apabullante cementerio. Habríamos visto tumbas y nichos a uno y otro lado de nosotros si no fuera porque no podíamos apartar la mirada de ella (el vídeo enlazado es de otro día, evidentemente). Se le debe reconocer también a Paloma García la enorme labor que hace, llenando de vida cultural nuestro Cádiz: poetas, artistas, cantantes... Todos pasan por aquel escenario. 

Javier Fornell
Tenemos, por otro lado, a Javier Fornell, historiador, medievalista, con dos novelas ya en la calle (más otras tantas que vienen de camino) y, ante el micrófono, monologuista. Se crece. Su historia, un hecho verídico, pretendía ponernos los pelos de punta y lo que nos puso es una sonrisa de oreja a oreja, lo cual parece ser una capacidad innata, pues él iba dispuesto a leer un relato distinto pero, vistas las circunstancias, decidió improvisar y, a la vista está, fue un gran acierto.

Carmen Moreno
Carmen Moreno, coordinadora del evento, ponía la puntillita a cada una de las presencias. Esos dos minutos de gloria entre relato y relato desató las mayores carcajadas de la noche. Es difícil creer que el desparpajo que muestra en directo y la sensibilidad que esconden sus poemas estén concentrados en la misma persona. Es, también, la encargada de organizar recitales de poesía y otros eventos, mano a mano con Paloma, y la que es capaz de convencer a todos estos de meterse en un embolao' de tal calibre. Tienen la suerte de andar todos con el suficiente nivel de locura para no decir nunca que no, lo cual es de agradecer. Cabe añadir que el próximo viernes, 28 de marzo, presentará en La Clandestina su libro de poemas Irremediablemente. Deconstrucción. 

Enrique Montiel
Enrique Montiel, que ya apuntaba maneras desde bien pequeño, y que lleva años como articulista, nos regaló un avance de su próxima novela: Bulerías Nazis, que será publicada dentro de muy poco, el 3 de abril, y que quizá, si todo sale bien, esté presente en el Salón Manga de Jerez (días 4, 5 y 6 de abril), con su autor más que dispuesto a firmar los ejemplares que hagan falta.

Daniel Lanza
Daniel Lanza nos sorprendió a todos con un sanguinario y cruento relato hecho para la ocasión. Antólogo y coordinador de la obra "Iberia Sumergida", está despuntando en el mundo literario de este género, inmerso ahora en un proyecto, junto a Enrique Montiel, que reunirá un buen número de relatos sobre vampiros y que será titulada, como no podía ser de otra forma, Vampiralia.

Fran Chaparro
Para terminar, tenemos a Fran Chaparro, que si bien acaban de empezar, apunta muy alto. Basta con su relato en 13 puñaladas y el que nos presentó en el Pay Pay para saber que no tardará mucho en llegar lejos. 








Fue tal el éxito de la noche que hay posibilidades que se repita en otros locales. Y si no fuera el caso, sabed que este grupo tiene una larga vida por delante y que son muchos los encuentros de los que podremos disfrutar en un futuro no muy lejano.

Por orden: Fran Chaparro, Enrique Montiel, Daniel Lanza, Javier Fornell, Carmen Moreno, Rafa Marín y Paloma García

lunes, 24 de marzo de 2014

Con la mirada encendida.

No se me ocurre ninguna excusa para compartir aquí esta magnífica canción. Se llama S.O.S., yo no habría encontrado un nombre que le veniera mejor. Será que estoy ñoña y ya está. Os dejo la letra a continuación.


Ven a borrarme los fracasos de mi mente 
Ven a llenarme de caricias diferentes 
Ven a sacarme de este pozo de amargura 
Donde me encuentro yo

Y dame el agua de tu fuente cristalina 
Y dame el beso que sin darse se adivina 
Que estoy sediento de cariño sin medida 
cansado de dar amor 

De volar siempre buscando la fantasía 
De nido en nido como paloma perdía'
Estoy cansado de secretos y mentiras 
Buscando un gran amor 

Que sea capaz de enamorarse cada día 
Velar mi sueño mientras que yo estoy dormida 
mirarme siempre con la mirada encendida 
igual que miro yo 

Dame tu mano sin temor a equivocarte 
Si tu me entiendes yo nunca voy a engañarte 
Dame las cosas que nunca supieron darme 
Te llenaré de amor

Y no hagas caso de lo que diga la gente 
Tienen envidia por que yo amo libremente 
Por que mi amor es como un pájaro silvestre 
no se puede enjaular

Y vuela siempre buscando la fantasía 
De nido en nido como paloma perdida 
Esta cansado de secretos y mentiras 
Buscando un gran amor 

Que sea capaz de enamorarme cada día 
Velar mi sueño mientras que yo estoy dormida
Mirarme siempre con la mirada encendida 
Igual que miro yo...

miércoles, 19 de marzo de 2014

A propósito del día del padre

Una de las maravillas de las descargas por programas tipo emule, ares y demás  es que son como una caja de bombones: nunca sabes lo que te puede tocar. Y digo maravilla porque a veces se hacen grandes descubrimientos. En mi día a día es muy común escuchar el mp3 y decir "¿qué cojones es esto?" y, por flojera extrema, escuchar lo que quiera que sea de principio a fin. Como tampoco me complico mucho la vida al pasar las canciones, sino que suele ser más bien un proceso de Ctrl + E, Ctrl + C y Ctrl + V, ya no solo me topo con cositas extraviadas de Internet: he llegado a viciarme muy mucho a canciones como Din Din Woo, que venían como música de muestra de Windows.

En fin, el caso es que en una de estas veces de "¿qué cojones es esto?" me topé con la canción Father and Son, de Cat Stevens y me la guardé para el día de hoy. Las sabias palabras de un padre no tienen precio. Todos deberíamos tomarnos unos minutos (a veces colmarnos de paciencia para ello) y empaparnos de todo lo que la experiencia le ha enseñado y él nos regala. Y, por supuesto, desearle un feliz día del padre.


It's not time to make a change, 
Just relax, take it easy. 
You're still young, that's your fault, 
There's so much you have to know. 
Find a girl, settle down, 
If you want you can marry. 
Look at me, I am old, but I'm happy. 
I was once like you are now, and I know that it's not easy, 
To be calm when you've found something going on. 
But take your time, think a lot, 
Why, think of everything you've got. 
For you will still be here tomorrow, but your dreams may not.

sábado, 15 de marzo de 2014

Decimocuarta reseña: 84, Charing Cross Road - Helene Hanff

     Volvemos a los encantos del género epistolar. Esta maravilla de apenas ciento veinte páginas nos traslada al mundo inglés de los años cincuenta y nos arrastra a una y otra orilla del océano Atlántico, titubeando entre Nueva York y Londres, de la mano de Helene Hanff por un lado y de los trabajadores de la librería británica Marks&Co. por otro. El libro no es otra cosa que la recopilación de casi toda la correspondencia que hubo entre los antes mencionados, correspondencia que mantienen durante más de veinte años, que no son pocos.

     Seguimos, carta a carta, la historia de un romance entre una escritora de escaso poder monetario y una infinita sed de literatura y una pequeña librería de obras de segunda mano. Cada una de las cartas es una brisa de aire fresco en un caluroso día de agosto. En ellas encontramos sarcasmo, generosidad, humor, compasión y mucho, mucho afecto, además de una inmensa riqueza bibliofílica que, de seguro, habrá hecho a muchos lectores ambicionar la magnífica colección de clásicos de la que llega a apoderarse Helene Hanff y que no sé quién tendrá ahora, pues ella falleció hace apenas unos años sin heredero directo. Por si aún no habéis caído en la cuenta, la correspondencia fue real, las cartas han sido publicadas tal cual fueron escritas en su momento y llegar a enfrascarse uno tanto entre esas líneas que parece que hubieran sido escritas para uno mismo. No es de extrañar que esta historia haya pasado a la gran pantalla y haya sido representada en grandes teatros.

     Es, sin duda, una lectura muy viva, amena y conmovedora. Altamente recomendable. Un imprescindible para la vida, diría. Eternamente agradecida a quien me llevó hasta este pequeño gran libro. Eternamente agradecida por esto y por mucho más. Ella lo sabe.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Atlántico Sur - Carmen Moreno


"y, así
con los pasos heridos de silencios
el camino se hace lento y pesado
y yo prometí que el nuestro
sería un baile eternamente."

     Quería encontrar unos versos alegres, pero me he visto enfrascada en estos cinco versos y, me temo, esta será la única manera de despegarme de ellos. Así de difícil -e irreal- es despegarse de todo lo que en algún momento fue vida en nuestras carnes.

     Pero en esta vida todo se puede aplicar a cualquier circunstancia, así que digamos que ese adiós no es otro que el que se le da al tiempo, en huida constante (no sé si el tiempo o nosotros); un adiós que más de una vez no quiere decir otra cosa que "arrieritos somos y en el camino nos encontraremos", pero que sabe a adiós como el que más. Un año es un día -y eso lo sabe todo el mundo-, pero no es un día cualquiera sino un punto de inflexión y reflexión (que tampoco lleva a ninguna parte).

     Somos propensos a necesitar una excusa para pararnos a reflexionar, y cumplir un año más es una muy buena excusa para hacerlo. A mí eso de pensar se me da regular: siempre acabo haciendo churri-reflexiones que dan vueltas en círculos sin llegar a buen término, pero se le antoja a una como la buena acción del día, se siente una filósofa y, sobre todo, original con frases del tipo "las nubes son maravillosas y seguro que soy la única en el mundo entero que repara en ellas y les da el valor que merecen". Lo que yo venía a decir es que, por unos giros del destino que ahora no vienen a cuento, esta noche voy a estar de cervezas con alguien que me ha aportado mucho (a mí y al mundo literario) y a quien yo solamente le podré dar mis más humildes y sinceras felicitaciones.
Pero nadie dijo que el mundo fuera justo.

viernes, 7 de marzo de 2014

To build a home - The Cinematic Orquestra

No hablar ni entender perfectamente inglés es una puñetería, pero es muchísimo peor tener un nivel medio y, como consecuencia, enterarte a medias de las cosas. Hace más de seis años me topé con esta canción y me llegó hasta los centros al primer contacto. "I build a home for you, for me..." Qué maravilla, hacer del amor un hogar donde refugiarse, un hogar donde no sentirse solo y donde hallar la paz en todo su esplendor, esa paz y esa tranquilidad de la que pocos se paran a disfrutar. Respirar está tan poco valorado...



Después me voy a Tito Google y busco la letra: "until it disappeared from me, from you. And now, it's time to leave and turn to dust". Y, joder, de repente todo ha desaparecido, se ha desplomado, se ha vuelto polvo: las casas, los universos de dos, la paz... La vida misma se nos va de las manos.

Y duele.


Seda - Alessandro Baricco

¿Alguna vez habéis terminado un libro pensando que os ha gustado sin saber muy bien por qué? A mí me pasó con Seda, de Alessandro Baricco. Lo leí hace unos años por recomendación de una amiga a la que le pasó exactamente lo mismo. Seda es un libro breve, con personajes insulsos, sin demasiadas descripciones psicológicas, con un intento de transmitir sentimientos con escenas duras y paisajes exóticos, que llama la atención del lector con miradas furtivas, intrigas y ganas de que pase algo que nunca llega a término, con pasajes repetidos coma por coma y con un final seco que no se llega a entender muy bien. Y sin embargo, gusta. Y yo creo saber por qué. No es la primera vez que pasa: un solo fragmento ha salvado la obra entera. Así que haré un favor a todo aquel que quiera aceptarlo de buen grado. Os dejo aquí ese pasaje maravilloso que no tiene desperdicio ninguno. En la mano de cada uno está leerse o no el libro entero (o bien ver la película, que está calcada), que ya digo, es breve y, bueno, está entretenido. Pero la crema son las líneas que podéis leer a continuación (absteneos los que no quieran spoilers o ahorrarse 200 páginas de golpe y porrazo):



"Amado señor mío, no tengas miedo. No te muevas, permanece en silencio: nadie nos verá.

Sigue así, quiero mirarte. Yo te he mirado mucho, pero no eras para mí. No te acerques, te lo ruego. Quédate donde estás; tenemos una noche para nosotros y yo quiero mirarte. Nunca te he visto así: tu cuerpo para mí, tu piel. Cierra los ojos y acaríciate, te lo ruego.
No abras los ojos si te es posible, y acaríciate. Son tan hermosas tus manos. He soñado con ellas tantas veces. Ahora las quiero ver... Me gusta verlas sobre tu piel, así, te lo ruego, continúa, no abras los ojos, yo estoy aquí, nadie nos puede ver y yo estoy cerca de ti. Acaríciate, amado señor mío; acaricia tu sexo, te lo ruego. Despacio.

Es hermosa tu mano en tu sexo. No te detengas: a mí me gusta mirarla y mirarte, amado señor mío. No abras los ojos, todavía no, no debes tener miedo, estoy cerca de ti. ¿Me sientes? Estoy aquí, te puedo rozar, esto es seda: ¿la sientes? Es la seda de mi vestido. No abras los ojos y tendrás mi piel.

Tendrás mis labios. Cuando te toque por primera vez será con mis labios. Tú no sabrás dónde, de repente sentirás el calor de mis labios sobre ti; no puedes saber donde si no abres los ojos. No los abras; sentirás mi boca donde no sabes, de repente.

Tal vez sea en tus ojos. Apoyaré mi boca sobre los párpados y las pestañas, sentirás entrar el calor en tu cabeza, y mis labios en tus ojos, dentro; o tal vez sea en tu sexo: apoyaré mis labios, allá abajo, y los abriré bajando poco a poco.

Dejaré que tu sexo entreabra mi boca, entrando entre mis labios y empujando mi lengua; mi saliva descenderá por tu piel hasta tu mano, mi beso y tu mano, uno dentro de la otra, sobre tu sexo.

Hasta que al final te bese en el corazón, porque te deseo. Morderé la piel que late sobre tu corazón, porque te deseo, y con el corazón entre mis labios tú serás mío de verdad; con mi boca en el corazón tú serás mío para siempre. Si no me crees abre los ojos, amado señor mío, y mírame: soy yo quién podrá borrar este instante que sucede, y este cuerpo mío ya sin seda, tus manos que lo tocan, tus ojos que lo miran.

Tus dedos en mi sexo, tu lengua sobre mis labios, tú que te deslizas debajo de mí, aferras mis caderas, me levantas, dejas que me deslice sobre tu sexo, despacio. Quién podrá borrar esto: tú dentro de mí moviéndote lentamente, tus manos en mi rostro, tus dedos en mi boca, el placer en tus ojos, tu voz, te mueves lentamente pero hasta hacerme daño, mi placer, mi voz.

Mi cuerpo sobre el tuyo, tu espalda que me alza, tus brazos que no dejan que me marche, los golpes dentro de mí... Es violencia dulce. Veo tus ojos que buscan en los míos, quieren saber hasta donde hacerme daño. Hasta donde quieras, amado señor mío, no hay final, no acabará. ¿Lo ves? Nadie podrá borrar este instante que sucede. Para siempre echarás la cabeza hacia atrás, gritando; para siempre cerraré los ojos separando las lágrimas de mis pestañas, mi voz dentro de la tuya, tu violencia que me tiene aferrada. No queda ya tiempo para huir ni fuerza para resistirse, tenía que ser este instante, y este instante es. Créeme, amado señor mío: este instante existirá, de ahora en adelante, existirá hasta el final.

No nos veremos más, señor.

Lo que era para nosotros, lo hemos hecho, y vos lo sabéis. Creedme: lo hemos hecho para siempre.

Preservad vuestra vida resguardada de mi. Y no dudéis un instante, si fuese útil para vuestra felicidad, en olvidar a esta mujer que ahora os dice, sin añoranza, adiós."