martes, 24 de marzo de 2015

En lo bueno y en lo malo

La vida tiene una curiosa, cínica y macabra forma de decirte que estás en sus manos. Si hay alguien en algún lugar manejando los hilos es algo que, quizá, nunca sabremos, tal vez porque la respuesta es tan simple como calificar de absurda semejante cuestión. Pero hay, a veces, casualidades tan inverosímiles e inesperadas que te hacen sentirte como si fueras un personaje de best seller. Pero no de una novela cualquiera, sino de una de esas que te hacen odiar profundamente al autor por jugar tan cruelmente con tus sentimientos y someter a todos los partícipes, personajes y lectores, a un dolor tan profundo. Prim no debía morir. No después de todo. Porque, tras toda pérdida, siempre queda alguien preguntándose para qué. Y eso no es justo.


miércoles, 11 de marzo de 2015

Sobre mitología griega I

Enfrentamiento con los Titanes
Esta lucha se establece por imponer un nuevo dios. En ella, Zeus tenía que vencer a Cronos y a sus hermanos, los Titanes. Es, en realidad, la lucha entre la mitología indoeuropea y la griega, una forma de no imponer por la fuera su propia mitología, sino de darle una explicación al cambio. Así, Zeus asimila el papel de fértil (cretense) y fuerte (indoeuropeo). Desde ahí, se le van dando nuevas atribuciones: dios del hogar, de la familia, de los suplicantes, de los juramentos, protector de las ciudades, y un largo etcétera.

Zeus
Se podría decir que Zeus era infiel a Hera siempre que podía, o bien que estos participaban de la poligamia, que para el caso es lo mismo pero contando con el permiso de la doña, lo cual no explicaría los mosqueos y ataques de ira constantes que sufría esta tras descubrir un nuevo amante. Lo que sí es cierto es que la unión de ambos representa la unión del cielo y la tierra, lo cual se puede también encontrar en los distintos deslices amorososexuales del dios, como es el caso de Danae, encerrada en una torre a cuenta de una profecía del oráculo, lo que no impidió que el pillo de Zeus se busque las formas para fecundar a esta muchacha: este se metamorfoseó en lluvia dorada, dando lugar a una bonita escena, digna del trazo de Tiziano o de Klimt. Zeus es a la vez un dios varonil y fértil (cielo y tierra), herencia de las dos mitologías, antes citadas, que lo conforman: la cretense y la indoeuropea.

Danae, de Gustav Klimt


























Hera
Zeus la toma como esposa nada más llegar al Olimpo. Para unirse a sus encantos, Zeus toma la forma de un cuco. Se le atribuía la capacidad de cuidar de seres fabulosos, como el León de Nemea o la Hidra de Lerna.

No es una diosa traída de oriente. Su nombre es de origen indoeuropeo, y de él se hallan las interpretaciones de tener cualidades celestes, estar al servicio de las mujeres, madurez y matrimonio. Esto último se refleja en su instinto protector y su fertilidad. En su vida matrimonial, muestra una sumisión total ante Zeus, lo que indica el tipo de sociedad patriarcal. Se vincula con el agua como elemento de vida.

Es una diosa muy vengativa. Y Zeus, con sus repetidas infidelidades, siempre le da un buen motivo para mostrar su ira. El 80% de la mitología griega habla del mujeriego de Zeus y los planes malévolos de venganza de Hera. Es divertido. Gracias a una de estas venganzas tenemos a Hefesto: Zeus acababa de provocar el nacimiento de Atenea, salida de la cabeza de este (lo normal: Zeus se encapricha de Metis, yace con ella, se la come para que no nazcan de ella hijos más poderosos que él, le empieza a doler el coco, pide un hachazo que calme su dolor y de su cabeza nace Atenea, ya crecidita y armada y todo, o eso dice una de las versiones). Tras enterarse, Hera, consigo misma y nadie más, da a luz a Hefesto, que por lo visto era tan feo y deforme el pobre que la madre lo echó del Olimpo, que está allá en los cielos como a unos muy muchos kilómetros del suelo, provocando que el pobre Hefesto, además de difícil de ver, sea cojo. Y es que de la tierra no nace nada bueno ni bonito.

Poseidón
Hermano mayor de Zeus, dios del mar y esposo de la tierra. Una vez son derrotados los titanes, Zeus, Hades y Poseidón se reparten el mundo (cielo, inframundo y mar, respectivamente). Pasaba la mayor parte del tiempo con su esposa, Anfitrite, ninfa y antigua diosa del mar. Sabemos por Homero y los epítetos que le daba, que Poseidón era en principio un dios terrestre. Lo tenía como aquel que carga con la Tierra o aquel que conmueve la Tierra. También nos dice la mitología que fue este el encargado de sepultar a los Titanes. En Tesalia se pensaba que el primer caballo fue obra de Poseidón y era adorado con forma equina. Por otra parte, Deméter, dice el mito, huyendo de la fogosidad de Poseidón, se metamorfoseó en yegua, y Poseidón, para satisfacer su deseo, tomó la forma de un caballo. Además, una de las hijas del dios es Melanipa, que viene a significar "caballo negro". También se le vincula con el toro, pues el toro que devasta la isla de Creta fue enviado por Poseidón.

Este dios marino-terrestre no fue muy afortunado en imponer sus voluntades. Perdió todas las ciudades que amaba, como Atenas (de Atenea), Gina (de Zeus), Argos (de Era) o Delfos (de Apolo). Solo se queda con una parte de Corinto, compartiendo la ciudad con Helio. La razón de su mala fortuna se debe a que los griegos hacían a Poseidón responsable de transformar la geología a golpe de tridente: terremotos, grietas, desprendimientos... 

¿Por qué el pobre Poseidón es inferior a Zeus? Es más antiguo y más importante que Zeus, pero poco a poco va a ir perdiendo importancia, haciendo que Zeus le vaya ganando terreno. A partir de ese momento, se hará con el mundo marino sin perder sus atribuciones terrestres. Pero Poseidón es un dios de imperfecciones, y eso se ve reflejado en sus hijos, algo deformes y poco civilizados, al igual que todo lo que nace de la tierra (véase los hombres o el mismo Hefesto).