miércoles, 17 de septiembre de 2014

Nunca podré salvar a todos los patos del mundo.

Lo admito: prefiero mirar hacia otro lado. Cuando me encuentro en Facebook enlaces sobre perreras que son cementerios de animales agonizantes, matanzas, personas engendros maltratando animales, patos siendo sometidos a tortuosos engollipamientos, gallinas de engorde viviendo en jaulas en las que no se pueden mover y demás monstruosidades de la humanidad, prefiero mirar hacia otro lado. Lo cual no dista mucho de aquel que le da a compartir y luego se pone a ver otro vídeo de carajazos de skaters o programas de Got Talent. Los documentales de McDonalds no van a reducir la numerosa venta de hamburguesas de un euro. Las explotaciones a trabajadores no van a hacer que el Primark ni el H&M se vea un solo día sin clientela. Y las patochadas de los políticos no va a hacer que los echen a patadas. Hace unos cuantos años, las mujeres tuvieron que ocupar puestos en grandes fábricas, lo cual supuso un gran avance en la sociedad; hoy muchas siguen en el mismo lugar, trabajando doce horas diarias por una miseria. Descubrimos la cura a muchas enfermedades: intentamos venderlas a precios desorbitados o directamente no llega al público porque "no sale a cuenta". Descubrimos la pólvora: la usamos para matarnos. El mundo sigue girando a ese ritmo tan particular suyo de un continuo dar un paso adelante y dos hacia atrás que nos lleva a destrozarnos los unos a los otros. Hay héroes entre nosotros. Los hay. Héroes que hacen cambios realmente grandes en la historia. Yo no soy ni seré uno de ellos. Estoy aquí para aportar mi granito de arena, que consiste en no asesinar a nadie, no maltratar, no robar, no joder por joder. 100 años, una vida longeva, sin matar a nadie, ¿tan jodidamente difícil es? 100 años haciendo lo que todos debemos hacer: vivir. Cada uno a lo suyo. ¿Tan difícil es morderse la lengua en lugar de insultar a cualquiera cuyo mayor error ha sido cruzarse un mal día en nuestro camino? ¿Tan difícil es vivir 100 años sin construir una bomba? ¿Sin crear un virus informático? ¿Sin poner un arma en la espalda de otra persona? ¿Sin violar a un crío? ¿Sin pegarle 35 puñaladas al de la gasolinera de al lado por unos míseros 15 euros?

Lo admito: prefiero mirar hacia otro lado. Y no necesito imágenes desagradables en Facebook para saber que el mundo apesta. Al igual que la DGT no puede conducir por mí, yo no puedo vivir y estarme quietecita por otros. Lo siento: nunca podré salvar a todos los patos del mundo.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Sintaxis: El sujeto

Como veremos a continuación, ni se tiene muy claro qué es el sujeto ni hay criterios intachables para la distinción del mismo. La utilidad ortográfica de este apartado se encuentra en la concordancia verbo-sujeto y la elección de la perfecta conjugación en cada caso.

Según los gramáticos, el sujeto es la variable de la que se predica algo, es decir, aquello de lo que la oración dice algo. Por otra parte, afirman que el sujeto se diferencia de otras funciones sintácticas por su concordancia en número y persona con el verbo, su posición preverbal y su caso nominativo, que nos lleva a la posibilidad de sustituirlo siempre por un pronombre personal. Sin embargo, el sujeto no siempre concuerda en número y persona con el verbo; y la sintaxis española permite la dislocación sintáctica, es, decir, la variación del orden lógico de los componentes de una frase, por lo que la posición preverbal no es indicativo alguno de qué es un sujeto.

Discordancia de persona (casos en los que el verbo no concuerda con quien, según la concepción lógica de la oración, debería concordar):

· Cuando el sujeto es un SN (Sintagma Nominal) en plural que designa personas, la concordancia con el verbo puede establecerse en 1ª, 2ª o 3ª persona del plural: Los habitantes de las grandes ciudades vivimos/vivís/viven estresados.

· Cuando el sujeto es una construcción partitiva, la concordancia con el verbo puede establecerse en 1ª, 2ª o 3ª persona del plural: Tres de los estudiantes fuimos/fuisteis/fueron a hablar con el profesor.

· Con construcciones partitivas con las formas en singular alguno, ninguno, cualquiera o cada uno seguida de de nosotros o vosotros, el verbo puede estar en 3ª persona o concordar con el pronombre que lo antecede, puesto que no se aprecian diferencias en cuanto a la inclusión del hablante: Ninguno de nosotros se atrevería/nos atreveríamos a cometer un crimen.

· Cuando el grupo nominal partitivo sujeto está encabezado por el pronombre relativo quién, el verbo siempre va en 3ª persona del singular: ¿Quién de nosotros/vosotros/ellos lo hizo?

· Con los grupos formados por quiénes y cuántos seguidos de un complemento plural, el verbo concuerda con la persona correspondiente al complemento partitivo: Preguntó quiénes de nosotros lo sabíamos; Preguntó quiénes de vosotros lo sabíais

· Cuando el sujeto lo forman varios pronombres personales de distinta persona, la persona del verbo es la que aparece más a la izquierda en la jerarquía "1ª persona > 2ª persona > 3ª persona": Lo haremos/*haréis tú y yo; Lo haremos/*harán él y yo; Lo haréis/*harán tú y él.

· Los relativos carecen de flexión de persona. Cuando funcionan como sujeto, su verbo adopta la persona gramatical que tendría el antecedente dentro dela relativa: Yo, la que se portó bien, pude salir temprano.

· En estos mismos casos de relativos, la 1ª y 2ª persona del plural hace que haya atracción en el verbo y este concuerde con el sujeto de la oración principal: Nosotros, los que nos portamos bien, pudimos salir temprano.

· En oraciones de predicado nominal cuyo atributo es una relativa, si el sujeto es un pronombre personal de 1ª o 2ª persona del plural, existe atracción: Nosotros somos los que lo afirmamos.

· Si el pronombre, en un caso como el anterior, es de 1ª o 2ª persona, existe alternancia en la concordancia del verbo: Yo soy el que lo afirma/afirmo.

· Si se invierten los elementos de la oración anterior, la tendencia es usar la 3ª persona: El que lo afirma soy yo.

Discordancia de número:

· Sujetos coordinados:

     - Cuando el sujeto lo conforman SSNN coordinados mediante la conjunción y, lo habitual es que el verbo aparezca en plural (El bien y el mal son conceptos antagónicos), a no ser que se tenga consideración unitaria de lo designado por el sujeto, es decir, que se entienda como una sola unidad (Toda su derrota y su desgracia tuvo ese sentido). Este sentido de unidad se da siempre que los sustantivos de los SSNN comparten un determinante: El alimento y hospedaje será así.

     - Cuando los SSNN sin determinante van pospuestos, el verbo puede aparecer tanto en plural como en singular (Le faltaba/faltaban tiempo y paciencia). Si van antepuestos, se prefiere el uso del plural (Tiempo y paciencia le faltaban).

     - Cuando en el sujeto aparecen coordinados mediante la conjunción disyuntiva o, lo habitual es que el verbo aparezca en singular (El colibrí o pájaro mosca vive en la selva). Sin embargo, cuando las expresiones coordinadas designan entidades distintas y aparecen en posición preverbal, el verbo puede ir en plural (La lluvia o la nieve tenían formas).

     - Singular y plural alternan en la variante "o A o B": La prensa especializada asegura que o el argentino o el suizo ganará/ganarán el torneo.

     - Cuando la variante es "ni A ni B", lo normal es que vaya en plural (Ni ella ni su hija sabían lo que iba a pasar), aunque en posición posverbal también admite el singular (No existe la conciencia ni el pecado).

     - Cuando el sujeto muestra coordinación de grupos nominales o pronominales neutros, predomina que el verbo vaya en singular (Me gusta lo uno y lo otro), pero también puede aparecer en plural, sobre todo con predicados que se atribuyen a grupos (Convivían allí lo privado  y lo público).

· Nombres de grupo en construcciones pseudopartitivas:

     - Los grupos nominales pseudopartitivos en los que aparece un sustantivo cuantificador de grupo (conjunto, grupo, montón...) pueden concordar con el verbo en singular o en plural (concordancia con grupo / concordancia ad sensum): Un grupo de manifestantes recorrió/recorrieron las calles de la ciudad.

     - Algunos nombres cuantificativos (infinidad, multitud...) y la expresión gran número prefieren la concordancia en plural cuando no lleva determinante (Gran número de prisioneros fueron evacuados). Sin embargo, con determinante se pueden alternar singular y plural (Una multitud de seguidores se agolpa/agolpan delante de la casa).

     - Los grupos nominales formados por sustantivos como clase,especie, gama, género..., seguidos de complementos en plural, admiten doble concordancia: Esa clase de personas no me interesa/interesan.

· Construcciones partitivas con sustantivos de interpretación cuantitativa:

     - Las construcciones partitivas muestran alternancia en la concordancia del verbo, sobre todo con sustantivos de interpretación cuantitativa (cantidad, fracción, mayoría, parte, resto, totalidad), los grupos nominales que denotan porcentajes (el cuatro por ciento), los sustantivos numerales fraccionarios (mitad, tercio) y otros, también numerales, que admiten como complemento un nombre plural (par, centenar, millar, millón): La mayoría de los sirvientes tendría/tendrían otro trabajo.
     
· Construcciones copulativas:

     - Discordancias debidas a la presencia de complementos partitivos tácitos: El resto eran cenizas.

     - Hay alternancia en los casos en los que el SSNN se forma con un numeral debida a una interpretación proposicional del sujeto: Doscientos euros es/son suficientes > [Pagar] Doscientos euros es suficiente.

     - Casos de alternancia en los que el verbo puede concordar con el sujeto o con el atributo: Todos los encamisados eran/era gente medrosa. En los casos de copulativas inversas, el sujeto será el elemento que mantenga la concordancia con el verbo: El problema eran las moscas.

     - Cuando el sujeto está formado a partir de pronombres o artículos neutros, la concordancia del verbo con el atributo es obligatoria: Aquello que se ve por allí son nubes.

     - El verbo de relativas semilibres introducidas por la preposición de en oraciones copulativas debe aparecer en tercera persona del plural: Era de los que viajan solos. Aunque también puede aparecer en singular reproduciendo los rasgos del indefinido tácito uno: Tú eres [uno] de los que apoya/apoyan esa propuesta.


La  consideración de las funciones sintácticas oracionales como resultado del establecimiento de relaciones sintácticas entre los constituyentes de la oración:

La definición que los gramáticos nos ofrece del sujeto se nos queda corta. Partimos, para suplantar dicha definición, de la idea de que toda oración se forma por un núcleo (el elemento esencial que indica el modo de suceder al que hace referencia la estructura oracional completa), un determinado (lo que sufre una determinación) y un determinador (lo que determina a otro elemento o a una relación ya establecida entre elementos). Estas funciones sintácticas definidas servirían para designar elementos no solo en español, sino también aplicable a otros idiomas. 

La determinación que ejerce el verbo sobre los constituyentes a los que determina puede ser de tres tipos: de especificación, explicación y especialización (igual que las subordinadas de relativo).

Si damos por buena esta teoría, debemos tener en cuenta que no siempre el constituyente oracional determinado por el verbo es el hasta ahora llamado "sujeto":

     - Pasivas reflejas: El verbo determina al CD: Se reordenó el tráfico para que pasara la comitiva / En España se comen muchas naranjas.

     - Algunas oraciones con ser son habitualmente catalogadas como estructuras con sujeto, pero algunos autores dicen que predican solo la presencia de una entidad, no su existencia, y se parafrasean bien con se trata de (Soy yo / Es Juan) o con se da esa circunstancia (Es que me caso / Son las cuatro y media). En estas oraciones es imposible dislocar a la izquierda el constituyente que acompaña al verbo a pesar de ser un sujeto y, por tanto, la supuesta posición preverbal de la que hablábamos al principio. Por último, estas mismas construcciones dan lugar a casos de ambigüedad donde el sujeto no es identificable: Son tus amigos > Suj. [Ellos]/Suj. tus amigos.


La lengua española parece mucho más sencilla de lo que realmente es. Decimos las cosas por costumbre, pero si nos paramos a pensar... ¡Ay!