sábado, 15 de marzo de 2014

Decimocuarta reseña: 84, Charing Cross Road - Helene Hanff

     Volvemos a los encantos del género epistolar. Esta maravilla de apenas ciento veinte páginas nos traslada al mundo inglés de los años cincuenta y nos arrastra a una y otra orilla del océano Atlántico, titubeando entre Nueva York y Londres, de la mano de Helene Hanff por un lado y de los trabajadores de la librería británica Marks&Co. por otro. El libro no es otra cosa que la recopilación de casi toda la correspondencia que hubo entre los antes mencionados, correspondencia que mantienen durante más de veinte años, que no son pocos.

     Seguimos, carta a carta, la historia de un romance entre una escritora de escaso poder monetario y una infinita sed de literatura y una pequeña librería de obras de segunda mano. Cada una de las cartas es una brisa de aire fresco en un caluroso día de agosto. En ellas encontramos sarcasmo, generosidad, humor, compasión y mucho, mucho afecto, además de una inmensa riqueza bibliofílica que, de seguro, habrá hecho a muchos lectores ambicionar la magnífica colección de clásicos de la que llega a apoderarse Helene Hanff y que no sé quién tendrá ahora, pues ella falleció hace apenas unos años sin heredero directo. Por si aún no habéis caído en la cuenta, la correspondencia fue real, las cartas han sido publicadas tal cual fueron escritas en su momento y llegar a enfrascarse uno tanto entre esas líneas que parece que hubieran sido escritas para uno mismo. No es de extrañar que esta historia haya pasado a la gran pantalla y haya sido representada en grandes teatros.

     Es, sin duda, una lectura muy viva, amena y conmovedora. Altamente recomendable. Un imprescindible para la vida, diría. Eternamente agradecida a quien me llevó hasta este pequeño gran libro. Eternamente agradecida por esto y por mucho más. Ella lo sabe.

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