miércoles, 27 de agosto de 2014

Sintaxis: Perífrasis verbales I

Una perífrasis verbal es una combinación sintáctica en la que un verbo auxiliar, conjugado o no, incide sobre una forma no personal (infinitivo, gerundio o participio) del verbo auxiliado
Muchos auxiliares son el resultado de un proceso de gramaticalización que les hace modificar su significado y su régimen verbal. Por ejemplo, el verbo ir implica movimiento, pero en una perífrasis, voy a comer, el significado no es de movimiento sino de dar comienzo a una acción.

En una perífrasis, auxiliar y auxiliado deben compartir el mismo sujeto. De lo contrario, no estaríamos frente a una perífrasis, sino otra construcción: Perífrasis: Juan no puede pensar en otra cosa. / No perífrasis: Juan les hacía recitar poemas.

La perífrasis verbal se diferencia de la locución verbal en que la locución es un grupo de palabras que confrontan una unidad léxica, es decir, tienen un significado establecido: querer decir > significar; hacer saber > comunicar; echar(se) a perder > malograr(se). En cambio, algunos gramáticos tienden a llamar a este tipo de locución "semiperífrasis" (pero ustedes ni caso).

Cómo identificar una perífrasis (o cómo darse cuenta de que ningún criterio es infalible)

- Perífrasis de infinitivo (frente a subordinada sustantiva): 

Si se puede sustituir el verbo en forma no personal por un pronombre neutro (lo, ello, eso), no es una perífrasis. No perífrasis: Se limitó a hacer su trabajo > Se limitó a ello. / Perífrasis: Empezó a hacer su trabajo > *Empezó a eso. 

     · Excepción: Querer + infinitivo no está catalogado como perífrasis, en cambio dicha constitución no tiene cabida en esta construcción (Él quería salir, pero ella no lo quería).

Tampoco son perífrasis aquellas construcciones en las que el verbo en forma no personal se puede sustituir por el pronombre interrogativo-exclamativo qué y los relativos que o lo que.

Asimismo, si el verbo en forma no personal puede ser sustituido por una forma personal en correlación al verbo auxiliar, no es una perífrasis: No perífrasis: Prometieron pagar. > Prometieron que pagarían. / Perífrasis: Empieza a llover. > *Empieza a que llueva.

     · Excepción: Puede llover es una perífrasis, y sin embargo, la sustitución es correcta: Puede que llueva.

Es una perífrasis si el verbo en forma no personal puede ser elidido. Perífrasis: No hables de lo que no debes (hablar). / No perífrasis: *Nosotros lamentamos no poder ayudarle, y ellos también lamentan. 

     · Excepción: Empezar a + infinitivo está catalogada como perífrasis, sin embargo no se puede elidir el infinitivo a no ser que elidamos también la preposición (*Llegó antes de que empezara a. / Llegó antes de que empezara.). Lo mismo pasa con tener que + infinitivo: se elida o no la preposición, además del verbo auxiliar, la construcción sigue siendo agramatical. En el caso de querer/desear + infinitivo, sucede justo lo contrario: se considera que no son perífrasis, pero sí se puede dar la elisión.

- Perífrasis de gerundio y participio (frente a una estructura con complemento predicativo o complemento circunstancial):

Si el verbo en forma no personal se puede sustituir por el adverbio así o expresiones adverbiales como de esa forma de ese modono es una perífrasis: No perífrasis: Se acercó dando tumbos. > Se acercó así. / Perífrasis: Este autor tiene escritos varios libros. > *Este autor tiene así varios libros.

     · Excepción: Llevar + gerundio es una perífrasis y, sin embargo, podemos decir Llevaba lloviendo tres días > Llevaba así tres días.

Continuará...

Sintaxis: Las subordinadas de relativo

Hoy me aventuro a crear nueva sección en el blog rascando los centros de la filología, que es a lo que vine aquí en un principio (pues de ahí lo de "filologismos"). Quiero hablar de ortotipografía, de corrección, del bien escribir -que no de oratoria, que ese es otro campo-; la ciencia de la lengua, sus comas y sus puntos. Y nada mejor para adentrarnos en este intrincado mundo que empezar dando unos "sencillos" paseos por la sintaxis española. Hoy, con todos vosotros, las subordinadas de relativo o subordinadas adjetivas, como queráis llamarlas, hay confianza. (Preparaos y mentalizaos antes de seguir leyendo: esto va a ser duro).


Partiendo de lo básico, es importante dominar los términos. Doy por hecho que si has llegado hasta aquí y estás dispuesto a continuar es porque sabes lo que es una subordinada y, dentro de estas, una subordinada de relativo, y si no, no te preocupes, amigo, lo irás viendo por el camino, así que al lío.

Las subordinadas de relativo son aquellas que van introducidas por pronombres relativos (que, el/la/lo cual, quien), adjetivos relativos (cuyo/a) o adverbios relativos (donde, cuando, como, cuanto). Estos elementos hacen referencia a su antecedente, que puede ser expreso (es decir, estar presente en la frase: Aquella es la casa que te dije) o elidido (Necesito encontrar a [la persona a] quien busco). Por otra parte, el antecedente puede ser un sustantivo (El niño que conocimos ayer ha preguntado por ti), un pronombre personal (Hazlo , que acabas de llegar), un adverbio nominal (Vive allí donde te dije) o una oración (Termina tus tareas, que es lo que tienes que hacer).

Lo que viene a continuación es muy útil para saber si poner o no comas.

Los tipos de subordinadas adjetivas según el valor semántico son:

- Especificativas: restringen la extensión de su antecedente, es decir, logran identificar un elemento dentro de un conjunto (Ese niño que canta como un gato en celo estuvo conmigo en clase hasta los 15 años.- De todos los niños, señalamos solo y exclusivamente al que canta de ese modo). Estas subordinadas no van entre comas.

- Explicativas: añaden información adicional acerca del antecedente al que se refieren. (Usando el mismo ejemplo: Ese niño, que canta como un gato en celo, estuvo conmigo en clase hasta los 15 años.- En este caso, el niño, del cual tenemos conocimiento previo, tiene la cualidad de cantar como un gato en celo. Se entiende por tanto que o bien es el único niño que hay, o bien ya se ha hablado antes de él y todos saben de quien se trata. Digamos, para entendernos, que las explicativas son como un cotilleo. De hecho, en la lengua oral se cambia el tono cuando se trata de explicativas, mientras que las especificativas se dicen "todo de seguido", manteniendo el mismo tono con el que se dice su antecedente). Estas subordinadas siempre van entre comas.

Pasemos a otro nivel: el modo verbal en las subordinadas de relativo.

Como regla general, en subordinadas de relativo con antecedente explícito no oracional, si el antecedente es específico, el modo será indicativo; si, por el contrario, es inespecífico, el modo será subjuntivo. Simple, ¿no? Esperad que ahora viene la intríngulis.

Excepciones:

- Puede aparecer indicativo con antecedente inespecífico cuando la construcción completa tiene valor de regla o norma (indicativo con valor gnómico): Todo concursante que participa obtiene un premio. En estos casos, siempre es posible la sustitución del indicativo por el subjuntivo.

- Puede aparecer subjuntivo con antecedente específico en usos arcaicos, sustituyendo el pretérito perfecto simple de indicativo por pretérito imperfecto de subjuntivo: El discurso que pronunciara ayer el presidente fue vergonzoso y lamentable. En estos casos, siempre es posible la sustitución del subjuntivo por el indicativo.

A tener en cuenta: Las únicas oraciones que pueden tener tanto indicativo como subjuntivo (y esto dependerá, como ya dijimos, de su valor semántico) son las oraciones especificativas, por eso tener un antecedente que bien puede ser específico como inespecífico. Las explicativas, en cambio, como ya mencionamos antes, tienen siempre antecedente específico, por lo que van con indicativo y no sufre la excepción antes expuesta.

Añadamos un elemento más: el infinitivo.

El infinitivo solo puede aparecer en subordinadas con antecedente inespecífico, por lo que siempre puede ser sustituido por subjuntivo (Necesito a alguien con quien estudiar/Necesito a alguien con quien [yo] estudie). Semánticamente, hay matices que diferencian las dos formas, pero ambas son correctas, que es lo que nos interesa.

Para la sustitución contraria (subjuntivo por infinitivo) deben darse dos condiciones: que el sujeto de la principal y la subordinada sean el mismo ([Yo] Necesito a alguien en quien [yo] confiar/confíe) y que el nexo, el pronombre relativo, no funcione como sujeto de la subordinada (El concursante que consiga/*conseguir más puntos, gana). La primera de las condiciones no se cumple si en la oración principal el verbo es un imperativo (Trae [tú] a alguien en quien [yo] confiar/confíe).

Para ultimar detalles: no hay nada más específico que una oración, por lo que las subordinadas con antecedente oracional siempre son subordinadas de relativo explicativas (entre comas) y siempre van con modo indicativo.


Hasta aquí las oraciones subordinadas de relativo. Próximamente, más y mejor. Os espero, mis valientes.

Ruegos y preguntas en los comentarios. Gracias por venir y mucha suerte en la vida.


A Pedro Pablo, con amor.

Por mucho que grite, nadie me saca de entre estas cuatro paredes.






Hoy no.

martes, 26 de agosto de 2014

miércoles, 13 de agosto de 2014

Historia de un final menguante

Todo es maravilloso hasta que deja de serlo. Y lo peor del desastre es verlo venir, palparlo, saborearlo, a él y a sus llagas, ser consciente de cada ínfima grieta de esa bola de cristal que se desquebraja por todas sus esquinas. Todo duele, pero nada duele más que ser espectador de un final menguante imposible de frenar. Lo ves morir y mueres en una solidaridad obligada. 

Y después... Nada.

Que sea cierto el jamás


Me dueles tanto que no quiero volverte a ver


Ni las intenciones

sábado, 9 de agosto de 2014

De ilusión se vive.


Hay dos momentos claves en esta vida: el momento en el que te das cuenta de que ya no eres un niño y el momento en el que comprendes que puedes serlo eternamente.

Termina tus estudios, encuentra a tu alma gemela, lucha por un trabajo, búscate un cuchitril, pide una hipoteca, adopta un perrito, piensa cuántos niños quieres tener correteando por la casa, contempla su rápido crecimiento, ayúdales a vivir, enséñales a aprender y envejece con la mayor dignidad que te permita la vida.

Estudia con interés, ama cada día como si fuese el primero, siente ese nerviosismo inexperto en cada caricia, destaca sobre todos en lo tuyo, sea lo que sea, redescubre cielos y edificios de camino al trabajo, haz de tus cuatro paredes un dulce hogar, consigue una estabilidad que te haga feliz, corre tras el perro cuando le lances la pelota, crea vida a partir de una ilusión, disfruta de cada risa temprana y cada abrazo, regálales tu experiencia en la vida aunque pasen de ti y tus batallitas, incúlcales interés durante su aprendizaje, en definitiva, vive una vida que merezca la pena recordar a la vejez.

Todos tenemos un niño dentro que mira con ojos del que ve por primera vez, y podemos mantenerlo con vida hasta la muerte.

Hoy miro nuestras manos enlazadas y recuerdo aquel café, y un escalofrío me recorre la espalda hasta llegar a la nuca. Seguiremos en forma cuando nuestros nietos persigan a las palomas.

Consejo del día: Crece sin crecer.