viernes, 11 de abril de 2014

A una mujer rota

Todos estamos interconectados. Podríamos hacer, sin esfuerzo alguno, una lista de 100 personas (y pocas son) que hayamos conocido, para bien o para mal, con mayor o menor profundidad, 100 personas con las que compartimos al menos un recuerdo. Vivencias, anécdotas, experiencias... Cada instante deja huella, algunas a flor de piel y otras, en cambio, llegan a arañar el alma. Es un tema peligroso. Tenemos demasiado poder en nuestras manos. Podemos joderle la vida a cualquiera o  bien engrandecerla. Podemos dejar cicatrices...

Hoy os traigo tres canciones de tres grupos medio indies que a mí, personalmente, me gustan mucho. Las tres canciones tienen un factor común: una mujer rota. Yo he sido una de ellas en algún momento de mi vida, imagino que como la mayoría de los mortales. Aún guardo cicatrices, algunas desde hace tantos años que no sería yo sin ellas ni ellas sin mí. A veces las acaricio con recelo y me duelo de ellas con placer. En cualquier caso, cuando sangras por todos los costados, cuando no eres nada pero sigues caminando, cuando te sientes sin vida... aún respiras. Existes. Y es cierto que el tiempo ayuda. Pero nunca te despegarás de esas cicatrices, aunque estés por encima de ellas, aún te pueden hacer cosquillas en los pies y hacerte soltar, incluso, alguna risotada de "y por esto sufría yo...". 

Antes de desviarme del tema y divagar más de la cuenta, os dejo las tres canciones prometidas, en su debido orden, por supuesto (pongo la versión estudio para que se escuche mejor la letra):

Estrella mutilada - Cyan


Carreteras secundarias - Zahara


Ana - Supersubmarina

1 comentario:

  1. Hola Rosa, ¿Que tal? Verdaderamente me ha encantado escuchar estas canciones, las palabras con las que nos adentras en el mundo musical de "la mujer rota" son verdaderamente emotivas.

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